viernes

3 Veneno y sombra y adiós

Qué gran descubrimiento Javier Marías, aunque haya veces que tenga que leer dos veces para asimilar sus textos, claro que muy pocas veces encuentras algo que merezca la pena ser releído. Lo compré en el aeropuerto, solo para entretenerme en el viaje de navidad, ya saben hay que volver a casa por navidad, como en los anuncios, en fin, ¿quién se salva de los estereotipos?, pues no había llegado a Madrid y ya estaba "envenenada" yo también...bueno ahí van unos retazos de su novela:

"¿qué importa diez años más, o veinte? Cuando la gente es adulta, lo es ya para siempre, y se iguala todo muy rápido a partir de entonces...habrá ya cruzado lo que Joseph Conrad llamaba la línea de sombra, o estará a punto de hacerlo. Ya sabes, la edad en que la vida se encarga de uno, si es que no se ha hecho cargo de ella uno antes. La línea que separa lo cerrado de lo abierto, la página escrita de la página en blanco: allí donde empiezan a agotarse las posibilidades, porque las que uno descarta se van volviendo irrecuperables, y están más perdidas cada día que uno cumple..."

"...Es lo malo que tiene el contar, que la mayoría olvida luego cómo o a través de quién llegó a enterarse de lo que sabe, y hay personas que incluso creen haberlo vivido o alumbrado ellas, lo que sea, un relato, una idea, una opinión, una anécdota, un chiste, un aforismo, una historia, un estilo, a veces hasta un texto entero, de los que se apropian ufanamente, o acaso sí saben que están robando pero lo alejan de su pensamiento y así se lo esconden. Es algo muy de nuestro tiempo, que no respeta las prioridades."

"Extraño tener que desprenderse aun del propio nombre. Extraño no seguir deseando los deseos. Extraño ver todo aquello que nos concernía como flotando suelto en el espacio. Y penosa la tarea de estar muerto..."

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